Tras unas Gafas Negras

Este texto se me ocurrio mientras iba en el metro a la facultad. Os pongo en situacion... Metro, estoy cansado, son las 8 de la mañana, he dormido 2h y voy en el metro con mis gafas de sol... Lo mejor es que fuera tampoco habia luz XDDD. Es de mis textos mas recientes... Espero que os guste y os comais la cabeza
Enjoy it
Kokuro




Camino sin rumbo por las calles, observando la nada, blindado con unas gafas de cristales oscuros.
Me oculto del sol, brilla demasiado comparado con mi alma negra, camino en silencio, en dirección contraria al resto de la gente. No se por qué, solo camino.
Las lentes negras filtran la realidad mundana y muestran mi realidad, los colores se deforman y se transforman en un cristal concavo que me muestra imagenes oscuras, tan oscuras como las propias almas de la gente.
Continuo caminando, veo siluetas negras de corazones negros, efímera sensacion de vacio en un infinito inexistente. Un velo cubre mi vista para protegerme de como es y de como son, entes vacios de ser.
Una realidad deforme, pero mas real que la propia realidad, modelada por el vidrio opaceo e interpretada por mi cabeza de mil formas posibles.
Paisajes filtrados en negro, al amparo del sol o bajo la boveda de estrellas, siempre con la mirada oculta tras un muro de cristal, continua proteccion contra una realidad hiriente.
Fragmentos de diferentes verdades unidos para crear una verdad.
Deformo mi realidad en diferentes realidades, como si mi cabeza fuese un prisma que separa la luz, transformando el todo en parte.
Tras unas gafas negras dejo el mundo fisico y se refleja el mundo interior, la luz de la realidad impuesta oculta la luminiscencia de los corazones, ocultos tras una capa de brillo superficial creado por apariencia. Pocos corazones brillan, la mayoria son negros, apagados por la fuerza del ostento.
Tras unas gafas negras me miro al espejo
Me quito las gafas y me pongo los ojos. Ahora no se que vision es mas distorsionada, la oscurecida realidad de los cristales, o el infimo velo de apariencia luminica mal llamada realidad